Barahona es un destino turístico que combina en su territorio playas, montañas, ríos y otras bellezas naturales.
Barahona.- Siempre, desde que lo visité con prisa en 1997 y
regresé en 2001, el Sur que también existe me fascinó y embrujó. Y no se
trató de pócimas secretas ni rituales liboristas o carnavalescos. Y
ahora, volver por tercera vez a Barahona y confirmar para siempre sus
escondidas perlas, resulta gratificante.
Barahona no se limita a la producción de divas como María Montez y
Casandra Damirón. Barahona es también magnética en su Polo, aromática y
orgánica en su café, grande y majestuosa como sus plátanos.
Aunque la carretera en sus inicios parece muerta, la provincia que se
abre ante la vista está muy viva. Barahona, la perla que el Sur
dominicano ofrece al Mar Caribe, combina en sí misma una diversidad de
climas y paisajes, múltiples opciones para un turismo interno e
internacional.
Barahona posee para sí la Costa Azul, esos 44 kilómetros de playas azul
turquesa bordeando la provincia. También la cadena montañosa que besa
el mar caribeño.
CON MIRAS OFRECER UNA MARCA DE CALIDAD
Estas maravillas naturales son las perlas que quiere cotizar en el
mundo el Clúster Ecoturístico y Productivo de la Provincia Barahona.
La entidad fundada en 2004, procura ofrecer a los turistas una marca
que contribuya al desarrollo económico sostenible de la provincia:
Barahona, maravilla natural.
Bajo esta estrategia mercadológica, proyectos ecoturísticos se
desarrollan y promueven la supervivencia de las comunidades cuyas
maravillas naturales son dignas de conocer y visitar.
Las iniciativas del clúster barahonero son apoyadas desde por la
Alianza Dominicana para el Turismo Sostenible (DSTA por sus siglas en
inglés), un programa de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo
Internacional (USAID), que asiste y colabora con proyectos que ayudan
al turismo sostenible.
Barahona es cuna de belleza natural Barahona es cuna de belleza natural
Ya se ha dicho: son 44 kilómetros de azul turquesa hecho mar los que
conforman a Barahona, con una inmensa variedad de orillas, que van
desde la arena blanca, gravilla, hasta las piedras chatas. El recorrido
marino incluye los poblados de El Quemaíto, El Arroyo, La Ciénega, San
Rafael, Paraíso, Los Patos y Enriquillo. Una diversa oferta hotelera
permite disfrutar con comodidad de amaneceres azules y cálidos.
Agua dulce
Para que nada falte, la oferta de ríos en Barahona se extiende tanto en
la carretera costera como en las interioridades de sus montañas. San
Rafael y Los Patos se encuentran justo cerca de las playas con su
nombre. Pero también están Nizaíto, Cortico, Riosito y el mismo Yaque
del Sur que desemboca en el puerto. Algunos proyectos ecoturísticos,
como Villa Platón en la Loma del Toro, aprovechan la cercanía acuífera
para ofrecer además de agua, caminatas a caballo y deportes de montaña.
La laguna de Cabral o Rincón es otro depósito de agua dulce que está
protegido como reserva científica nacional, ya que es hogar de varias
especies animales y florales. Desde la carretera de Polo se puede
observar su increíble espacio, como un ojo de agua que amenaza con
tragarnos dulcemente.
Monte sin culebra
En el poblado nuboso de Cachote no hay culebras. La Jibijoa que pica y
el canto del jilguero son parte de la fauna predominante en la manacla,
ébano verde, palo de viento, cabirma y laurel criollo que forman su
flora. Las nubes también son un atractivo para los que pidieron el
deseoso rabo de nube que pregonara Silvio Rodríguez en su canción.
Madre de cinco ríos de la región, la zona recibe las lluvias casi a
diario y sus temperaturas oscilan entre 17 y 20 grados centígrados,
descendiendo a veces a 12.
Productos endémicos, proyectos y fiestas
Polo, la comunidad magnética, ofrece el café orgánico que sus montañas
producen y que cada junio hace celebrar la cosecha en el Festicafé. La
cita comercial y artística combina la exhibición y venta de productos
orgánicos con la participación musical de artistas nacionales e
internacionales.
La artesanía de Barahona se enorgullece de su mina de larimar azul, la
única del mundo. La pectolita azul, esta piedra semipreciosa, es
trabajada para múltiples piezas que adornan la belleza de cualquier
fémina que las adquiera.
Pero no todo es piedras, plátanos y café. Existen en carpeta algunos
proyectos por desarrollar por el Clúster y que necesitan la
colaboración del Estado en su proceso. Las aguas termales de Canoa,
poblado cercano a Vicente Noble, esperan convertirse en el proyecto de
su tipo más particular del mundo, ya que la mayoría de las aguas
termales se encuentran en países de clima frío, en contraste con el
clima tropical de esta provincia caribeña.
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